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EL MAÍZ
EN CIFRAS

EL MAÍZ EN CIFRAS

El precio del maíz ha aumentado en los últimos años, al igual que otros alimentos, lo que ha producido incrementos en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), según las más recientes cifras del DANE. La importación de maíz, la crisis geopolítica mundial y la inflación no han favorecido al sector productivo de fabricación y comercialización de arepas. El reciente incremento al precio del pan podría beneficiar el consumo de arepas. Es la expectativa de grandes, medianos y pequeños productores del tradicional alimento.

Según cifras de Fenalce, en lo que va corrido del año 2022 se han importado alrededor de 5.600.000 de toneladas de maíz, mientras que la producción nacional ha sido de 1.800.000 toneladas. En los últimos 10 años, las importaciones de este alimento aumentaron un 67 %.

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El grano se emplea para consumo humano y en la fabricación de alimentos balanceados para animales, principalmente para la industria avícola y porcina. Los productos de estas industrias tienen gran demanda entre los colombianos. La Secretaría de Antioquia ha reportado que el 85 % del maíz que se emplea en el departamento es importado, siendo este el de mayor consumo.

Frente a las inestabilidades geopolíticas que se han presentado a nivel mundial, en los últimos años, el precio del maíz ha incrementado y el gobierno de Iván Duque ha establecido planes que tienen como objetivo aumentar la producción nacional de manera sostenible y rentable.

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Comercio mundial de maíz

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En los mercados internacionales, el precio del bushel (unidad de medida para granos equivale a 32 libras o 14,5 kg) de maíz amarillo ha incrementado en noviembre de 2020 el precio era de $3.95 dólares, presentó un aumento sustancial en marzo 2021 a $5.24 dólares y para julio de 2022 incrementó a $7.93 dólares, el valor más alto desde 2012.

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La producción mundial de maíz, se ha visto disminuida en los últimos años, por las restricciones a la movilidad y al transporte de materias primas y personas, como medida sanitaria contra el SarsCov2. También ha influido el aumento de los aranceles a la exportación de granos, impuesto durante el gobierno de Trump, en Estados Unidos, encareciendo las compras de China a ese país y provocando la apertura de nuevos mercados para el maíz y soya de Brasil y Argentina.

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En 2022, la invasión a Ucrania causó revuelo en el comercio mundial de cereales, por la falta de producción y vías de salida del grano, ocasionando que China acumulara los inventarios mundiales de maíz.

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La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su informe de las proyecciones del comercio mundial de cereales en 2022/23, publicadas el 8 de julio 2022, establece que ascenderá a 468 millones de toneladas, un 2,4 % por debajo del volumen de 2021/22. La mayor parte del descenso se debe al pronóstico de que el comercio de cereales secundarios en 2022/23 (julio/junio) se contraerá en un 4,1 % (9,5 millones de toneladas) respecto del nivel estimado de 2021/22, en gran medida debido a las alteraciones de las exportaciones de maíz y cebada de Ucrania relacionadas con la guerra.

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Aunque el aumento previsto de los envíos de maíz procedentes del Brasil y la mayor demanda de la Unión Europea han reforzado las perspectivas del comercio mundial del grano respecto del informe anterior, el pronóstico de la FAO sobre el comercio mundial de maíz en 2022/23 se sitúa un 3,0 % por debajo del nivel registrado en 2021/22.

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Se estima que el aumento de las exportaciones del Brasil en 2022/23 no llegará a compensar la reducción prevista de los envíos de los demás exportadores de maíz importantes, en particular Ucrania.

Después de largas negociaciones, el pasado 21 de julio, se realizó la firma de un acuerdo entre Rusia y Ucrania, que permitirá las exportaciones de cereales ucranianos por la apertura de los puertos que sufren bloqueos. Se espera que este acuerdo pueda modificar de manera positiva las proyecciones dadas por la FAO.

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La ruta de la producción nacional

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La deficiencia en la producción nacional de maíz se atribuye a los elevados costos de producción y la falta de asociatividad, ya que las industrias compran volúmenes muy grandes y los productores deben contar con una cantidad de producción que supla las necesidades.

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Otro aspecto que ha influido en el aumento del costo de producción, es el incremento del precio del petróleo, ya que a partir de uno de sus subproductos, el gas natural, se elaboran fertilizantes granulados como la urea y el amoniaco anhidro. Además del incremento en el precio del diesel que emplea la maquinaria agrícola y que en el período de abril a julio de 2022 presentó un promedio de $2.365 pesos.

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Durante el gobierno del ex-presidente Iván Duque se desarrolló el proyecto “Soya Maíz proyecto País”, que promueve el cultivo de estos dos cereales con el fin de reducir las cifras de importación. Uno de los resultados ha sido un aumento en el área sembrada de maíz amarillo, la que en 2021 totalizó 104.295 hectáreas para el segundo semestre, con un crecimiento de 42.000 hectáreas, lo que representó un aumento de 34,5 %. En cuanto a la producción, se alcanzaron 582.700 toneladas, un crecimiento de 27,5 %.

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Otra de las estrategias impulsadas por el gobierno Duque fue la Agricultura por Contrato, programa que promueve la venta de las cosechas nacionales de manera directa, sin intermediarios y otorgando a los productores financiamiento a tasas muy bajas. Se respalda en la generación de ruedas de negocio, en las que grandes empresas transformadoras de maíz compran cosechas a los agricultores.

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Una de las más destacadas fue la realizada en Córdoba, donde se generaron negocios por $46.000 millones sobre 51.320 toneladas de maíz, representando el 35 % de la producción total en ese departamento. Y la de Tolima, que logró concretar negocios potenciales por más de 17.850 toneladas de maíz, que equivalen a $17.000 millones.

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También se destacaron los esfuerzos realizados por empresas como Alimentos Polar, en el marco del “Plan Maíz”, que adquirió 30.000 toneladas de maíz blanco y amarillo de producción nacional en 2021. A lo largo de 2022 se espera incrementar el abastecimiento hasta en 30 %.

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La  Ministra de Agricultura Cecilia López, en declaraciones para Portafolio, afirmó que el proyecto de reforma agraria que se presentará durante el gobierno del presidente Gustavo Petro, impulsará la producción de alimentos como el maíz, para ser autosuficientes y no depender de las importaciones. La meta fijada es incrementar la producción de 100.000  a un millón de hectáreas, que se siembran actualmente. A través del catastro multipropósitos, se espera que buena parte de los terrenos que actualmente no son usados para producción agrícola, se empleen para este fin, ampliando el potencial de producción de la agroindustria en el país.

 

Impulsar la producción de maíz, no solo implica la disposición de tierras para ser cultivadas sino también  el fortalecimiento de toda la cadena productiva, ya que se requiere el acceso a insumos agrícolas, fortalecimiento de políticas fitosanitarias y planes de financiación o recuperación para agricultores que pierdan sus cosechas por fenómenos climáticos. Sin duda alguna, grandes cambios y retos para el nuevo gobierno de Colombia.

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Producción de arepas

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En el mercado colombiano existen 12 compañías que procesan maíz blanco, la materia prima de las masas precocidas y de las arepas. Estas empresas manejan entre 200.000 y 250.000 toneladas de maíz al año y el 30 % de la producción local ya que el 70 % lo elaboran las trilladoras, especialmente de Antioquia, donde el consumo de la arepa blanca es el más alto.

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El maíz también es procesado por talleres artesanales de fabricación de arepas y pequeñas y medianas empresas productoras del alimento. A comparación de las grandes industrias procesadoras, una pequeña empresa como arepas Santa Bárbara (ver historia Emprendimiento Familiar), procesa 73 toneladas de maíz blanco al año, con una producción de 5000 arepas al día, de aproximadamente 23 gramos cada una, que comercializan en Ibagué, ciudad en la que funciona la planta de producción, y sus alrededores. En esta pequeña empresa utilizan maíz trillado que adquieren de una comercializadora del Tolima.

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El aumento en el precio del maíz lo ha padecido su propietario, quien lleva las cuentas de los incrementos desde el año 2018, cuando un bulto de maíz (50 kg) costaba $65.000. En enero de 2022, el precio era de $90.000 y, a julio de este mismo año, subió a $125.000. Para Andrés Cruz, propietario de arepas Santa Bárbara, no es posible subir los precios del producto por la fuerte competencia.

 

A principios de este año, Blu Radio reportó el aumento de los precios de las arepas en Armenia, por el encarecimiento de la materia prima y también se ve con preocupación el futuro de la arepa con huevo, por la inflación que ha encarecido los alimentos. Según las cifras reportadas por el DANE, en su boletín de prensa del mes de junio 2022, el aumento total en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), durante el primer semestre del año, fue de 7,09 %, explicado principalmente por la división de Alimentos y bebidas no alcohólicas cuya variación en lo corrido del año fue de 15,76 %, y por la división de Alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles.

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Fuente: DANE

Particularmente, en el mes de junio de 2022 se reportó un incremento de IPC de 23,6 %, como se aprecia en la gráfica, el segundo valor más alto reportado desde junio de 2016, ya que en marzo de este año el incremento fue de 25 %.

El aumento en los precios de los alimentos impacta a los emprendimientos y mipymes que trabajan en la producción y comercialización de arepas. Siendo el sector gastronómico uno de los que más aporta a la economía del país y que ha sido la solución para muchas familias colombianas en estos tiempos postpandemia y de reactivación económica.

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© 2022 | Andrea Del Pilar Mojica Cortes

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